Había llegado a la final de esta Carling Cup tras superar a Rochdale, Milton Keynes Dons, Brentford, el clásico de la ciudad frente a Aston Villa, West Ham en semis y por último el gran triunfo ante el Arsenal.
Los de Wegner no ganan un título desde hace cinco años y por eso también tenían muchas ganas de llevarse la copa de la Liga. Intentaron hacer su clásico juego de toque y por momentos lo hicieron y pudieron doblegar al equipo de azul, pero el Birmingham supo encontrar varias vías para llegarle al Arsenal, aprovechando los errores de los gunners y utilizando mucho a Zigic, autor del primer gol, y que se erró una oportunidad bastante clara tras hacer el gol.
Luego llegó el empate del siempre peligroso Van Persie y en el segundo tiempo los dos equipos tuvieron chances como para hacer la diferencia, Foster salvó en varias oportunidades el arco del Birmingham y fue muy importante, Carr por el lateral derecho desequilibró varias veces, Beausejour con su ingreso también le dio un poco de aire al conjunto de McLeish y el sueco Larsson también fue muy activo durante el juego.
El gol llegó en el minuto 83 por un error entre el arquero Szczesny y el central Koscielny que aprovechó el interminable Obafemi Martins, que desde que entró generó problemas en la defensa londinense.
El Arsenal hizo suficientes méritos como para llevarse la victoria, pero el Birmingham también lo mereció, nunca bajó los brazos pese a saber que no tenían la calidad técnica que si tenían sus adversarios, por eso fueron inteligentes y buscaron un juego que les permitió lastimar al Arsenal con los medios que tenían.
De esta manera consigue el segundo título de su historia, tras la otra Carling Cup, o Copa de la Liga que habían conquistado en la temporada 62/63. Y también es importante señalar que consiguieron un cupo para la Europa League, una gran noticia para el Birmingham que sin dudas después de este triunfo va a cobrar mucha importancia y los pone nuevamente en el plano internacional.
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