Algo más que una promesa

Tras la digna derrota de Juan Martín Del Potro ante Nadal en la edición número 125 de Wimbledon, mi mirada se posó en Bernard Tomic, un jóven australiano nacido en Alemania y de ascendencia croata, que ya había hecho tercera ronda en su tierra, en el Australian Open este mismo año.
Creo que este torneo de Wimbledon lo consolidó a Tomic y a partir de este momento creo que empezaremos a escuchar su nombre con mucha más frecuencia ya que ha dado que hablar esta última semana por su buen juego justamente. Empezó Wimbledon haciendo mucho ruido y eliminando al irregular Nikolay Davydenko que desde que se lesionó no volvimos a ver al ruso en su nivel habitual. El australiano se impuso al ruso en sets corridos. Otro ruso se volvía a cruzar con Tomic, era el turno de Andreev que empezaba ganando los dos sets pero el oceánico se repuso para ganar tres sets seguidos y avanzar a la tercera ronda, donde le ganó a Robin Soderling, que venía complicado físicamente pero no tuvo chances contra Tomic que le propinó una dura derrota en tres sets. Ya en octavos se deshizo del belga Xavier Malisse también fácilmente en tres sets. Finalmente hoy cayó el jóven de 18 años ni más ni menos que ante Novak Djokovic, el mejor jugador de la temporada, y se dio el lujo de poner en aprietos al serbio, quien necesitó de cuatro sets para deshacerse del australiano.
Se ve que  a sus 18 años muestra que es el jóven con más futuro de su generación, y que la catedral del tenis no lo atemorizó ni mucho menos, demuestra mucho carácter lo cual es importante para lo que viene en su carrera. Tengo que confesar que sigo bastante a este chico y quería que llegue lo más lejos posible en Wimbledon, llegó a cuartos, gran actuación. Lo seguiremos en sus próximas actuaciones y desde ya le deseamos que consiga grandes torneos, cosa que no me sorprendería.